IANCA


¿Qué es SEGURIDAD PERSONAL ante el DELITO?

Prevención, Administración de la Crisis y Recuperación, sin Violencia

Uno de los aspectos centrales de la calidad de vida es disfrutar de seguridad, serenidad, tranquilidad, calma, certidumbre, certeza, garantía, confianza, que el hombre, su familia y otros allegados deben tener en sus actividades laborales, recreativas y en su descanso, y dado las actuales circunstancias sociales actuales esto se pierde en gran medida por el temor a ser objeto de algún acto delictivo violento, inesperado e incontrolable.

Sí bien no podemos modificar el medio, al menos podemos tomar algunas previsiones para protegernos o para evitar incidentes delictivos. También, en caso de que suceda, podemos aprender a administrar mejor en incidente para procurar sufrir las mínimas consecuencias negativas posibles.

Una adecuada preparación previa nos ayudara a sobrellevar mejor el incidente delictivo y además minimizar las eventuales secuelas posteriores que el mismo nos puede generar.

Uno de los problemas fundamentales que se tiene en este tipo de circunstancias es no saber que hacer, es decir no estamos adecuadamente preparados, pues en general tememos a que nos suceda, pero hacemos insuficiente prevención y no solemos tener idea de cómo manejar la situación si tenemos la desgracia de que se concrete.

A. Objetivo

La finalidad fundamental de la actividad se centra en tres ejes temáticos:

La meta es brindar una serenidad espiritual y un entrenamiento para procurar evitar incidentes desagradables, o sí ocurren como superarlos de la mejor manera posible.

Otra finalidad de esta actividad es preparar psicológicamente a las personas que puedan eventualmente ser víctimas, para que el efecto emocional del incidente sea mucho menos gravoso y para que su accionar dentro del incidente resulte lo más seguro posible. Una adecuada preparación podrá dar una mejor salida en el incidente.

Otro objetivo está en lograr resolver eficazmente situaciones límite con personas en un estado crítico en situaciones de crisis, procurando resolver el acontecimiento con los mínimos conflictos y daños posibles para los involucrados directamente. Se trata de la administración de circunstancias de disputas extremas donde los tiempos juegan un rol sustancial. Procurar negociar con inteligencia emocional y racionalidad.

Desarrollar un accionar que implique una resistencia activa pero no violenta, es decir no facilitar la violencia sino mantenerla controlada.

El accionar delictivo está adquiriendo cada día mayor preponderancia en la sociedad, y esto esta afectando, a la sociedad, a las empresas y a su personal, a punto tal que está siendo uno de los puntos centrales de preocupación.

Este incremento inusitado del delito tiene diversas causas (desempleo, pobreza, aglomeración urbana, etcétera) y las mismas no están al alcance de las empresas poder tomar acciones directas para paliar tal situación indeseable. La única vía de acción que tienen las organizaciones es la de tomar medidas y prepararse para desenvolverse en un medio que le es hostil.

Esto está adquiriendo un grado de psicosis colectiva y a la que contribuyen los medios masivos de comunicación, pero en verdad las estadísticas muestran que este crecimiento del delito es real.

En la actualidad la vigilancia en los edificios que usan las organizaciones ya se ha tornado algo habitual, y hasta podríamos decir que imprescindible. Pero esa seguridad solamente alcanza a esa concentración edilicia y en algunos casos unos pocos metros alrededor. Todos aquellas personas que se encuentran en la vía pública no están cubiertas adecuadamente por los servicios de vigilancia .

Esta ola de inseguridad está afectando la calidad de vida de la sociedad y está produciendo costos concretos a las organizaciones.

B. Víctimas

Todas las personas que desarrollan tareas en cualquier organización tienen alguna actividad en la vía pública, aunque no sea más que ir y volver del trabajo. El salir a comer algo o hacer algún trámite también entraña riesgo.

Dentro de los integrantes de la organización existen personas que tienen mayor riesgo de ser objeto de acciones delictivas, que están dadas fundamentalmente por:

Habrá personas que tienen tareas que los obligan a permanecer muchas horas en la calle, tal como los vendedores, visitadores médicos, cobradores, etcétera a los que si le sumamos una vestimenta formal y otros elementos (automóvil, portafolios, etcétera) que puedan hacer suponer que son personas que tienen algo de valor, los hace sujetos de gran riesgo.

Otras personas que pueden ser de gran atracción son las que portan valores (efectivo, mercaderías, vehículo, etcétera).

Y los candidatos que tienen mayor atractivo son los que ocupan los niveles más altos de la organización por soler tener los signos más llamativos para los delincuentes (vehículos más costosos, asistencia a lugares más onerosos, ostentación, etcétera).

En verdad las personas que están en la vía publica están fuera del halo protector que pueden dar efectivamente las organizaciones, por ello deben tomarse otras medidas para esas personas que tienen que estar en la vía pública.

Otro factor de riesgo son las zonas por donde debe actuarse, dado que existen lugares donde la desprotección es mayor y las chances de encontrar delincuentes es muy superior que en otras.

C. ¿Qué se puede hacer para minimizar los efectos del delito?

Partiendo de la base que no está al alcance de la organización poder cambiar por sí sola el medio, lo único que cabe es desarrollar acciones para sobrellevar de la mejor forma posible su actitud frente al delito.

Los caminos son tres:

C,1. Prevención

La prevención que suelen tener las personas muy importantes es por medio de una costosa custodia, lo que desalienta cualquier intento por tratarse de algo complicado y riesgoso para los delincuentes. Pero esto es solamente aplicable a muy pocas personas y ya se viene aplicando desde larga data.

Las personas que no disponen de custodios, que es la inmensa mayoría de ellas, tienen que valerse por sí mismos y procurarse su propia seguridad. Dado que no solamente le interesa a las personas su propia seguridad, la organización es socia de su personal dado que soportará en alguna medida las consecuencias negativas, debe estar sumamente interesada en disminuir sus riesgos, que no se cubren son primas de seguros, dado que las personas atemorizadas tienen necesariamente un menor rendimiento que aquellas que no lo están.

Lo peor que hay para la seguridad personal es cuando:

La preparación para la prevención debe hacerse en forma sistemática y profesional, y en ello las organizaciones tienen una alta dosis de responsabilidad en dar apoyo a aquellas personas que corren mayor riesgo de ser sorprendidos por delincuentes.

Lo primero que debe saber la persona es que medidas deben tomarse y como debe accionarse para poder evitar caer en una situación delictiva. Pero esto no es una garantía absoluta de que jamás se verá envuelto en un incidente delictivo, y quizás este es el punto más importante dado que la situación es de extrema gravedad y uno debe estar adecuadamente preparado para poder salir del proceso crítico de la mejor forma posible –al menos sin lesiones en su integridad física y psíquica, y con menor daño patrimonial–. Por último sí la persona sabe la forma y las tareas que debe hacer para recuperar lo damnificado por el suceso, eso lo dispondrá mejor para enfrentarlo, dado que sabe que es lo que le espera.

Las organizaciones deben preparar a su personal para la prevención y deben de desarrollar manuales de recomendaciones para minimizar los riesgos .

Una adecuada prevención puede reducir cerca del 80% de la chances de sufrir un incidente delictivo.

C,2. Administración del incidente

Lamentablemente cuando la prevención no fue suficiente, puede sobrevenir algún incidente indeseable.

Esta es la parte más compleja y riesgosa, dado que uno está frente a los delincuentes, y está en una situación absolutamente desventajosa, y ellos tienen todo el poder en la violencia que pueden emplear.

Lo aconsejable en estos casos es tratar de desembarazarse de la situación en la forma más rápida que sea posible, dado que los delincuentes –habitualmente– no le interesamos nosotros como personas, sino lo que nosotros le podemos dar de valor, y apenas lo logren se irán lo más rápido posible, dado que ellos también están corriendo el inminente riesgo de que aparezcan las fuerzas del orden.

Para reaccionar así debemos prepararnos y hacer que los delincuentes cumplan con su propósito lo más velozmente posible, dado que el tiempo los puede alterar y hacer reaccionar más violentamente. Esto no significa entregarse dócil y mansamente al malhechor, sino que debe aprenderse a manejar la situación racional e inteligentemente.

Otro riesgo que entraña la extensión del incidente en el tiempo es que aparezcan las fuerzas de seguridad en nuestro auxilio, que es lo que uno intuitivamente desea, pero esto puede desencadenar en tres posibilidades:

Las personas que son asaltadas no están preparadas para administrar el incidente y no saben como hacerlo e improvisan en un momento donde el pánico es presa de ellas, que normalmente tiende a paralizarlas o hacer lo que su intuición les indica, que habitualmente suele ser lo menos aconsejable para la situación crítica.

Cuando uno se prepara adecuadamente para enfrentar los incidentes delictivos, el terror disminuye notablemente, dado que uno comprende cabalmente que es lo que está pasando y comienza a tener control de la situación, sabe que es lo que tiene que hacer y como conducir las tratativas.

Haciendo un símil con lo que sucedía en la medicina, que en una época a las parturientas no se les daba ninguna instrucción para enfrentar el momento del parto y entonces la experiencia era de gran angustia e incertidumbre, los profesionales de la salud comenzaron en la década del 60 a dar una profunda explicación de lo que le esperaba a las embarazadas durante el parto, bajo lo que en un principio se denominó "parto sin dolor", y que luego se paso a denominar "parto sin temor", podríamos llamar a esa preparación en el aspecto delictivo como: "asalto sin temor".

Para enfrentar un accionar delictivo lo primero es entablar un adecuado canal de comunicación con nuestro ofensor, lo segundo es tratar de llevar a un clima calmo el incidente para poder establecer un proceso de negociación racional e inteligente donde se pueda saber que es lo que el delincuente quiere exactamente y ver como puede ser satisfecho apropiadamente y de la manera más rápida posible.

Debemos tener en claro que el delincuente no tiene como objetivo afectar nuestra integridad física ni psíquica, sino que normalmente tiene una finalidad meramente material, por lo que eso es lo que debemos de satisfacer y así culminará el suceso, pero si nosotros interferimos en ese logro su actitud podrá afectarnos negativamente.

Nuestro principal objetivo debe ser salvaguardar nuestra integridad física y psíquica, que es lo único no recuperable.

El único que tiene temor en un accionar delictivo no es la víctima, pues el ofensor también está acuciado por una gran cantidad de interrogantes y pánicos, por lo que también su razonamiento está bastante obnubilado, cosa que puede agravarse sí:

Por fortuna la inmensa mayoría de los delincuentes actúan en un estado psicológico normal (cerca del 95%).

Cuando la administración del incidente se desarrolla en forma racional e inteligente las posibilidades de salvaguardar la integridad son notablemente mayores –80%– por lo que no existen dudas que la preparación para ello más una aplicación pacífica al suceso más una prevención apropiada están disminuyendo las posibilidades notablemente. Esto mejora notablemente la calidad de vida de las personas, pero también le reduce notablemente los potenciales costos organizacionales.

En el cuadro siguiente podemos observar una idealización de las consecuencias y producción de acontecimientos entre los que se preparan y los que dejan eso librado a la suerte.

Acontecimientos y consecuencias

Aspecto

Sin preparación

Con preparación

Posibilidad de ser objeto de una acción delictiva

33,33%

6,66%

Siendo objeto de una acción delictiva posibilidad de sufrir lesiones

3,33%

(33,33% x 10%)

0,133%

(6,66% x 2%)

Lo que muestra que una adecuada preparación disminuye el 95% (de 3,33% a 0,133%) de las chances de recibir lesiones, y baja el 80% (de 33% a 7%) de las pérdidas materiales.

C,3. Recuperación

Sí la prevención y la administración del incidente fueron desarrolladas apropiadamente la recuperación también será más simple y requerirá menor esfuerzo.

La persona que se ha preparado para enfrentar este tipo de incidentes tiene efectos muchísimo menos traumáticos que quienes lo dejan librado al azar, dado que sabían por lo que iban a pasar y además pueden medir mejor los efectos y consecuencias.

Si hay lesiones físicas, obviamente, que no hay diferencias de recuperación.

En cuanto a los aspectos patrimoniales las consecuencias podrán ser menores si se habían tomado las previsiones adecuadas, por ende también las consecuencias deberían reducirse (menor exposición al riesgo, valores menores, seguros apropiados, etcétera).

D. Costo y valor

Si bien la prevención requiere una inversión inicial, el riesgo de caer en una acto delictivo decae notablemente (calculamos que en un 80%, como mínimo) en un lapso su breve se recupera.

Lamentablemente la única información de que se dispone son los delitos cometidos, pero no existen estadísticas de las personas que evitan delitos por haber tomado las prevenciones adecuadas.

La primera gran disyuntiva está en la resolución pacífica o violenta del incidente, y no nos cabe duda alguna que la mejor manera de hacerla es la forma pacífica, dado que la violencia entraña mayor violencia y allí los riesgos son altísimamente mayores y casi siempre finaliza mortalmente, dado que se entra en la encrucijada: "Sí no te mato me matas".

Es decir se entra en una única salida posible y que de ser quien tiene éxito, los problemas que pueden aparecer posteriormente, por más que la situación haya sido en defensa propia, normalmente son más onerosos y molestos que los efectos que pudieron perderse en una acción en paz.

El delincuente está preparado para matar o morir –habitualmente no valora su propia vida, y por ende mucho menos valora la de los demás–, consecuentemente los perdedores seremos nosotros.

Estos costos o temores –que en definitiva también son costos indirectos en alguna forma y en determinado momento– se minimizan muchísimo si se toman las previsiones apropiadas. Esto es similar a lo que sucede con la medicina preventiva, que es la forma más económica de salud y donde tampoco existen estadísticas precisas de los resultados pero que conceptualmente no existen dudas de lo beneficioso de la ecuación.

Las organizaciones ya están realizando seguramente algunos de esos costos en algunos tipos de seguros (vehículos, dinero en tránsito, mercadería en tránsito, etcétera), en estacionamiento, en peaje de las rutas o autopistas, ART, etcétera.

Algunos otros costos estarán cubiertos por las organizaciones o por los empleados tales como las alarmas y/o las trabas en los vehículos, cochera en la vivienda, etcétera.

El tiempo que debe invertir el empleado para tomar las precauciones o las medidas de seguridad es mínimo dado que solamente pueden ser unos pocos minutos diarios y estar alerta en todo momento para evitar ser sorprendido por los malvivientes que suelen estar esperando la mínima desatención para actuar sorpresivamente.

Otro de los costos es la preparación que debe desarrollarse en la preparación de las personas en materia de prevención, administración del incidente y recuperación, que debe de hacerse por medio de cursos especiales , que habitualmente debe costear la organización y eventualmente los empleados pueden tener que aplicar algún tiempo a asistir a los mismos.

Esta suele ser una buena inversión organizacional dado que evita costos reales y además levanta notablemente la moral de las personas, dado que se eluden muchas situaciones violentas, y si eventualmente les toca enfrentarlas lo harán mucho más eficazmente.

E. Síntesis

La seguridad personal ha pasado a ser una preocupación de la población en general, y las organizaciones que también emplean personas no pueden ignorar esa ansiedad de sus integrantes, en especial la de aquellos que corren mayores riesgos por su tipo de labor, rutinas, etcétera.

Desde hace larga data las organizaciones han entendido que la prevención en salud, la seguridad e higiene laboral (la referida a accidentes laborales o enfermedades profesionales), la custodia de edificios organizacionales son una inversión necesaria para mantener en adecuadas forma a sus colaboradores, pero en estos momentos esa prevención debe hacerse también en la vía pública.

La idea central es que las organizaciones respondan pacíficamente a la violencia para que la sociedad no se transforme en la ley de la selva.

Y la conclusión final es que cuando uno está preparado podrá resolver mejor cualquier situación desagradable y las consecuencias se minimizarán.

En general puede decir que el hecho de haber evitado un incidente justifica todo el esfuerzo organizacional en materia de prevención y preparación para actuar ante la delincuencia.

Por ello al igual que en el campo de la salud la prevención es la más económica de las respuestas. Se calcula que de cada peso invertido en prevención se están ahorrando como mínimo 3 en reparación.

Si bien desde el punto de vista exclusivamente de costos estos riesgos pueden cubrirse con seguros, también debemos pensar en las personas como tales, dado que las organizaciones también tienen que preservar el enfoque humanístico. Además la preservación de la persona también es un buen negocio, para la empresa y para la sociedad si tiene buena calidad de vida, que no solamente consiste en lo estrictamente material.


A página inicial

URL: http://www.iancanegocyar.com.ar

 

Naturaleza de la Entidad  Servicios a la Comunidad  Diferencia entre Escuelas de Negociación  Actividades del IANCA

 CADIANDA  Patronato de Resocialización y Readaptación  Autoridades  Publicaciones  Normas  ¿Qué es ...?  Soportes  Registros

Preguntas Frecuentes  Escuela de Administración de Conflictos  Cláusulas  Sitios Web de Interés  SeNeCri  Links  Capacitación

Contribuciones Desarrollos e Investigaciones  Década del IANCA  Congresos

 Esquemas de Determinación  Poder Adquisitivo del Dinero  Víctima Profesional  Mapa